La última lágrima


Las pupilas brillan, los ojos tiemblan
es tan profunda la mirada
que parece que miras a la nada.
La visión se torna muy borrosa,
los ojos se humedecen; y una fuerza
impide que se abracen las pestañas.

Y de repente, como en la tierra una rama
surge una lágrima que recorre la cara
dejando un camino, una huella marcada
hasta llegar a los labios, donde es besada....
Sigue deslizándose hasta ser arrojada...

Era la última gota que en mí quedaba.

© Eufrosina Amores (1983)


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me llega al alma este poema, buen bloga :), saludos.

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